El tensiómetro indica el esfuerzo que han de realizar las raíces para extraer del suelo la humedad que necesita el cultivo. No mide el porcentaje de humedad en la tierra, sino que actúa como una verdadera raíz artificial.
La tierra seca extrae líquido del tensiómetro produciendo un vacío parcial en el instrumento que queda reflejado en el vacuómetro. Cuanto más seca la tierra, más alto el valor registrado en el dial del vacuómetro.
Al humedecerse la tierra, como consecuencia de la lluvia o de un riego, el tensiómetro vuelve a absorber humedad del suelo con lo que se reduce la tensión y el vacuómetro señala un valor inferior hasta llegar a
cero, lo que indica que la tierra ha alcanzado otra vez su máxima capacidad de retención de humedad que denominamos “capacidad del campo”.